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Maradona Barrios, la peor farsa de la historia del fútbolCaso Max Barrios: Una historia telenovelesca de mentiras y fraudes que conmocionó al mundo del fútbol peruano.
Pero en el once titular que dirigía Daniel Ahmed también se encontraba un tal Max Barrios, una joven promesa de la cantera de Juan Aurich, y del cual no se tenían demasiadas referencias. Max Barrios era un jugador de casi 1,90 que llamaba la atención por su gran fortaleza física, y que formaba pareja de centrales con un inexperto pero prometedor Renato Tapia, actual jugador del Celta de Vigo, y que por aquel entonces ya jugaba en el Tewnte holandés. El padre y representante de Max era Ángel 'Maradona' Barrios, un ex jugador de fútbol peruano al que le apodaban “Maradona” por su gran parecido con el astro argentino, y que militó en equipos como Las Palmas o el Sporting Cristal de Lima allá por la década de los 80 y 90. Tras su retirada, Maradona Barrios se exilió y cayó en el olvido durante muchos años, hasta que un buen día se presentó en la instalaciones del Juan Aurich para ofrecer a sus dos hijos: Max y Luis Barrios, de 17 y 19 años respectivamente. La verdad es que los jóvenes tenían unas condiciones físicas que destacaban por encima de los demás chavales de su edad, y aunque no eran demasiado virtuosos con el balón, fueron contratados debido al margen de mejora que tenían por su corta edad. Sudamericano Sub-20 de Argentina de 2013Pero volvamos al sudamericano sub-20 de Argentina. En el primer partido del torneo, Perú empató a 3 contra Uruguay, y a pesar de que Max no cuajó una buena actuación, Daniel Ahmed volvió a confiar en él para el siguiente partido, en el que Perú se impuso a Venezuela con un solitario gol de penalty de Cristian Benavente, que por aquel entonces militaba en el Real Madrid Castilla.La clasificación estaba muy cerca y en el tercer partido, con Barrios también de titular, a Perú se le complicaría el pase al perder 1-2 contra Ecuador, ya que en el último partido tenía que enfrentarse al todopoderoso Brasil. Y es aquí donde empieza la movida de verdad. Durante el partido contra Ecuador, uno de los jugadores rivales, Jonny Uchuari, reconoció a Barrios de su etapa en el Liga de Loja ecuatoriano, conjunto en el que coincidieron unos años atrás, o al menos se le parecía mucho, y al finalizar el encuentro se lo comunicó a su cuerpo técnico. La mecha del escándalo se había encendido y la farsa estaba a punto de explotar. Se destapa la farsaY así fue, unos días antes del partido contra Brasil, el congresista ecuatoriano Rolando Panchana denunció a Max y a su supuesto padre y representante por suplantación de identidad.Su nombre en realidad era Juan Carlos Espinoza, no era peruano, sino ecuatoriano, y no tenía 17 años, sino 25, seis años más de lo permitido en la categoría sub-20. Ni que decir tiene que tampoco era hijo de Maradona Barrios, ni hermano de Luis Barrios, el cual tenía 27 años, y no 19. Al parecer, no se sabe cómo, Maradona Barrios les consiguió un DNI peruano legal con el que pudieron hacerse pasar por sus hijos e inscribirse en la Conmebol. La noticia corrió como la pólvora y el caso se hizo viral en Perú, donde los medios fueron destapando todas y cada una de las mentiras de Maradona Barrios, cuyos argumentos ya no se sostenían. El caso es que sus supuestos hijos ni siquiera se le parecían, y una de la excusas que puso Maradona Barrios al ser preguntado por ello fue que lo más probable es que su mujer le hubiera engañado con otro. A pesar de todas las evidencias, Maradona, consciente del lío en el que se había metido, intentó mantener la farsa con argumentos de lo más variopinto, pero el caso hacía aguas por todas partes y todo el mundo sabía que mentía como un bellaco. El desenlaceTras destaparse el escándalo, Max Barrios fue expulsado de la selección y tuvo que coger el primer vuelo hacia su país de origen, Ecuador, ya que se enfrentaba a graves delitos si se quedaba en el Perú. Y lo mismo hizo su falso hermano Luis, que en realidad se apellidaba Perlaza y que tristemente falleció en accidente de tráfico dos años más tarde.Así que todo el marrón se lo comió Maradona Barrios, que se quedo en el país y se tuvo que enfrentar a un juicio por el que fue condenado a 3 años y 10 meses de cárcel, además de pagar una compensación económica al club Juan Aurich. Sin embargo, parece que el hombre no aprendió la lección y siguió suplantando la identidad de otros jugadores, como por ejemplo el caso de César Guayanca, que en realidad era César Perlaza, hermano de Luis Perlaza, su supuesto hijo y falso hermano de Max, aunque esta vez ya no se hizo pasar por su padre. Por su parte, Max Barrios, o mejor dicho, Juan Carlos Espinoza, ya en su país tuvo que trabajar de albañil hasta que pudo volver a jugar a fútbol, concretamente en el Club Italia de tercera división. El jugador se muestra muy arrepentido y afirma que fue estafado por Maradona Barrios, el cual, en palabras del propio Espinoza, se quedó con todo el dinero. Y hasta aquí esta rocambolesca historia de un caso que dio la vuelta al mundo, aunque aquí en es España no es muy conocido, ya que Pedrerol solo habla del Madrid y del Barsa. Una trama telenovelesca de mentiras y fraudes con un protagonista que es todo un personaje, y un escándalo de dimensiones épicas que fue todo un fenómeno en su país. Si te ha gustado esta entrada, por favor, ayúdanos a difundirla. Sólo tienes que compartirla en tus redes sociales 👇 ¡Muchas gracias por tu ayuda!
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